El próximo 24 de julio celebramos la Jornada Mundial de los Abuelos y los Ancianos, deseada por el Papa Francisco, que en este tiempo «marcado primero por la inesperada y furiosa tormenta de la pandemia, luego por una guerra que hiere la paz y el desarrollo a escala mundial», les dirigió un mensaje titulado «En la vejez todavía darán fruto» (Salmo 92).
La Comunidad de Sant’Egidio se une a la celebración de este Día con diversas iniciativas en todo el territorio nacional: en Roma, una representación de unas 200 personas mayores participará en la liturgia eucarística celebrada por el Papa en la Basílica de San Pedro, mientras que en las otras ciudades italianas, Sant’Egidio, con el Programa «¡Vivan los Ancianos!», apoyado por Enel Cuore Onlus, ha intensificado las intervenciones de proximidad y dará vida a momentos de encuentro y oración.
En preparación para la Jornada, se realizaron 45.000 llamadas telefónicas, 8.400 visitas domiciliarias, 980 intervenciones -entregas de compras a domicilio, acompañamiento para prácticas de tramitación o reconocimientos médicos- a personas mayores en condiciones de aislamiento social y abandono.
Ante las anómalas olas de calor de estos días, también se han llevado a cabo campañas de información y prevención en las que ha participado la red de proximidad creada a lo largo de los años por el Programa: porteadores, farmacéuticos, voluntarios, auxiliares familiares, vecinos. Comerciantes y restauradores también se han movilizado para la entrega de comidas gratuitas a domicilio.
Entre los protagonistas de estas iniciativas solidarias, un papel fundamental es el de los propios mayores que se encuentran entre los principales activistas y simpatizantes del Programa, ofreciendo un testimonio eficaz de cómo la vejez -se lee en el Mensaje para la Jornada Mundial- no es un momento inútil para hacerse a un lado tirando de los remos en el barco, sino una temporada en la que aún dar sus frutos».
