Este sábado 29 de enero de 2022, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano, el Papa Francisco recibió en audiencia a los miembros de la Asociación Italiana de Químicos del Cuero y les dirigió el siguiente saludo:
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Queridos amigos, ¡buenos días y bienvenidos!
Me gusta ver a las madres allí, mimando a sus hijos. Es agradable cuando vienen con niños. Si quieren caminar, que hagan lo que quieran; y si tienen hambre, ¡que coman! Ellos son los reyes.
Me gustaría agradecer al Presidente sus amables palabras y el haberme presentado brevemente su trabajo. Os saludo a los presentes y a todos los miembros de la Asociación Italiana de Químicos del Cuero.
Me complace recibiros por varias razones. En primer lugar, porque sois una categoría muy específica de trabajadores que, en el gran “poliedro” de la sociedad global, ofrecen una contribución original y característica. Vuestra profesión aplica los conocimientos científicos y técnicos a un oficio que tiene una antigua tradición, tanto en Italia como en otros países, incluido el mío, Argentina. Cuando era joven, estudié en un instituto técnico de química, lo que me acerca un poco más a vuestra profesión.
En este momento de crisis económica y social tan compleja, aprovecho también para expresar mi cercanía y la de la Iglesia al mundo del trabajo. Muchos trabajadores y trabajadoras y sus familias viven situaciones difíciles, agravadas por la pandemia. Pero la pandemia no puede ni debe convertirse en una coartada para justificar omisiones en materia de justicia o seguridad. Por el contrario, la crisis puede enfocarse como una oportunidad para crecer juntos en solidaridad y en la calidad del trabajo. Que el ejemplo y la intercesión de San José os ayuden a no ceder al desánimo, a utilizar creativamente vuestros talentos y vuestra gran experiencia para avanzar y abrir nuevos caminos. Para ello, es muy importante reunir la sabiduría de los mayores y el entusiasmo de los jóvenes. Que se encuentren, ¡ese es el secreto! Me imagino a los jóvenes apasionados por un sector tan original como el vuestro, que necesitan encontrar «veteranos» que tengan mucho que enseñar, y no sólo a nivel técnico, sino también a nivel humano. Para mí el reto en este momento es el encuentro entre abuelos y nietos, obviando quizás a los padres, pero es un encuentro clave y debemos trabajar para que los jóvenes se encuentren con los mayores. Es un reto de este momento.
Hay otro aspecto que quiero tocar con vosotros porque es un punto crítico y sé que es importante para vosotros; vuestro Presidente también lo mencionó. Se trata del impacto medioambiental de las actividades que, como la vuestra, utilizan productos químicos para tratar los materiales, en su caso las pieles destinadas a convertirse en bolsos, zapatos, etc. ¡Tantas cosas que utilizamos a diario y no pensamos en el trabajo que conllevan! Por lo tanto, tú también estás llamado a hacer tu propia contribución específica al cuidado de la casa común; y puedes hacerlo precisamente en la forma en que abordas tu propio trabajo. Para ello, la asociación es muy valiosa, porque se comparten los conocimientos y la experiencia, así como las actualizaciones legales y técnicas; y así se ayuda a crecer juntos en un estilo de responsabilidad social y ecológica. Y esto es muy importante. Hoy tenemos más conciencia de la responsabilidad ecológica; hemos crecido en esto, es una gran cosa.
Queridos amigos, gracias por esta visita. Os deseo lo mejor para vuestro trabajo y para las actividades de la asociación; os bendigo a vosotros y a vuestras familias. Y os pido por favor que no os olvidéis de rezar por mí, lo necesito. Gracias.
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