El cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich y Freising, tenía previsto dar una rueda de prensa tras la presentación de un informe del bufete de abogados Westpfahl Spilker Wastl sobre los casos de abusos en la diócesis entre 1945 y 2019. El cardenal pidió disculpas a las cerca de 500 víctimas en su nombre y en el de la archidiócesis.
Víctimas desatendidas
“Vuelvo a pedir perdón a las víctimas de los abusos, pero también a los fieles, que ahora dudan de la Iglesia, que ya no confían en los responsables y cuya fe ha sido dañada. Mi principal defecto”, admitió el cardenal, “fue haber descuidado a las víctimas. Debería haberme comprometido más. No teníamos ningún interés real en su sufrimiento. Como arzobispo, tengo una responsabilidad moral al respecto.
La llamada a la reforma
El año pasado, en mayo, el cardenal había presentado su dimisión al Pontífice, que la rechazó. “La Iglesia se había convertido en un lugar de desastre y miedo, no de consuelo”, continuó. Marx subrayó la necesidad de una importante reforma: “No habrá futuro para el cristianismo en nuestro país si no hay renovación en la Iglesia”. No descartó una nueva dimisión: “Si surge la impresión de que puedo ser más un impedimento que una ayuda, buscaré el diálogo en los lugares adecuados”.
El cardenal también pidió disculpas a las parroquias donde se produjeron los abusos: “No les hemos prestado suficiente atención, implicándolas”. Marx también respondió a una pregunta sobre las declaraciones del Papa emérito.
Benedicto XVI rechazó las acusaciones, corrigiendo sólo una de sus declaraciones sobre la asistencia a una reunión en la que se mencionó al cura depredador de Essen, sin cambiar el fondo de su memorial. “Acepto que interprete los hechos de forma diferente en este punto, que se arrepienta, y creo que volverá a expresarse sobre todo este asunto. Esto sería algo positivo y yo lo vería como algo positivo”, dijo el arzobispo.
