“Esta tarde, a su regreso de su 35 º viaje Apostólico a Chipre y Grecia, el Papa Francisco se detuvo en la basílica de Santa María la Mayor y, “volviendo su pensamiento a los múltiples encuentros, rostros e historias dolorosas que encontró en los últimos días, los confió a la Virgen Salus Populi Romani, delante de cuyo icono se ha parado a rezar”, así ha informado la Oficina de Prensa de la Santa Sede hoy, 6 de diciembre de 2021. Después, el Papa se dirigió al Vaticano.
La basílica de Santa María la Mayor, donde se encuentra la imagen de Nuestra Señora de las Nieves, es un lugar especial para Francisco. Se trata de una visita obligada antes de emprender un viaje apostólico y a la vuelta del mismo.
“Gracias de corazón por la acogida que he recibido en Chipre y Grecia. ¡Gracias a todos los que han colaborado para preparar este #ViajeApostólico! ¡Efcharistó! Los llevaré conmigo, en la memoria y en la oración”, ha publicado hoy en su cuenta de Twitter el Pontífice.
Llegada a Roma
En torno a las 12:54, después de algo más de 2 horas de vuelo desde Atenas, Grecia, el vuelo papal, en el que también volaba la directora editorial de Exaudi, Deborah Castellano Lubov, el Santo Padre ha aterrizado en el aeropuerto romano de Ciampino. Del 2 al 6 de diciembre, Francisco ha visitado Chipre y Grecia.
Al volver a Italia, el Obispo de Roma envió un telegrama al Presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, en el que se lee: “De regreso a Italia, al término de mi viaje apostólico a Chipre y Grecia, durante el cual he tenido la oportunidad de alentar la promoción del diálogo, la consolidación de la democracia y la integración entre los pueblos, me complace dirigirle a usted, señor Presidente, y al pueblo italiano un saludo deferente, que acompaño con cordiales deseos de paz y bien para toda la nación”.
De acuerdo a Vatican News, la respuesta del jefe de Estado italiano al Pontífice ha sido: “Al poner la promoción y la defensa de la dignidad humana en el centro de su magisterio -y de su predicación durante esta visita pastoral-, Su Santidad ofrece un incansable estímulo para reforzar el diálogo, la cohesión y la armonía, elementos esenciales para el desarrollo auténticamente humano de los países mediterráneos”.
“A la espera de tener el placer de volver a encontrarnos dentro de unos días en el Vaticano, renuevo los sentimientos de afecto y cercanía del pueblo italiano”, añadió.
