Ecuador: Iglesia llama a cumplir con vacunación

Ausentismo del 30% de personas que pueden acceder a vacunas

Ecuador Iglesia vacunación
Vacuna de COVID-19 © Artem Podez

Dado que el proceso de vacunación en Ecuador cuenta con un 30% de ausentismo de personas que pueden acceder a la vacuna anticovid, la Iglesia ecuatoriana insiste la necesidad de optar por esta alternativa como una solución “real e inmediata” a la crisis sanitaria y económica que sufre el país.

En la carta número de 86 de la Comisión de Justicia y Paz, vinculada a la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, se indica que “rechazar el proceso de inoculación de la vacuna, que tanto esfuerzo ha costado al mundo científico para producirla y al país para obtenerla por los enormes esfuerzos financieros, demanda una respuesta positiva y masiva de la ciudadanía”.

Responsabilidad

“Pfizer, AstraZeneca, Sinovac y otras vacunas son la manera más segura de generar protección, al garantizar un alto grado de inmunidad, que, a criterio de científicos y médicos especializados, evita enfermarse gravemente, el ingreso a los hospitales y la muerte”, describe el texto.

En ese contexto, “resistirse a la vacuna es un acto de irresponsabilidad para con uno mismo, con la familia y con la sociedad entera. No hay motivo válido para negarse a la vacuna, lo que si hay son inventos absurdos, supuestos infundados, mentiras, noticias falsas que causan zozobra y confusión sin contenido ecuánime ni sustentable”, expone la misiva.

Compromiso económico y social

Además, la Comisión recuerda que “vacunarse conlleva, además, un compromiso con la economía del país, su reactivación está sujeta a que se retome una cierta normalidad, donde el Estado, la empresa y las personas, regresen a sus actividades cotidianas, produciendo y generando oferta de bienes y servicios, renta y demanda, elementos que configuran un ciclo económico virtuoso que permite mejorar el empleo y el consumo de las familias, tan venido a menos en este tiempo de pandemia”.


En lo económico, prosigue el documento, “no vacunarse significa condenar a la miseria, la desnutrición, el delito y la violencia a muchos hermanos ecuatorianos que necesitan, con urgencia, reactivar su economía”.  Asimismo, se mencionan las consecuencias “sociales y sicológicas producto del encierro y las restricciones, que están afectando gravemente a cientos de miles de personas, ante lo cual la vacuna ofrece una alternativa de reincorporación a cierta normalidad”.

Vacunarse ofrece esperanza

La vacuna, por tanto, “ofrece una luz de esperanza y de salida a esta crisis que lleva ya quince meses de tragedia para la humanidad, con casi 200 millones de contagiados y la pérdida de cerca de 4 millones de vidas”.

Finalmente, el mensaje apunta que “si exigimos derechos, cumplir nuestros deberes es una obligación” y en este momento histórico, “debemos colaborar con los esfuerzos del gobierno y las autoridades sanitarias para superar la pandemia, la crisis económica y social. Vacunémonos cuando nos corresponde según el calendario establecido, sin miedo ni temor”.

“Vacunarse es apostar por una vida digna y científicamente respaldada”, concluye.