Los derechos humanos siguen siendo gravemente violados en China. Por este motivo, la Embajada de Estados Unidos ante la Santa Sede acogió el martes 11 de mayo un simposio virtual sobre la cuestión, y especialmente sobre los atroces crímenes contra los uigures y otras minorías religiosas. La corresponsal de Exaudi en el Vaticano siguió el evento que reunió a expertos en la materia.
“Los derechos humanos en China: Los uigures y las minorías religiosas” fue moderado por el veterano periodista del Vaticano, John Allen, Jr., y el encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos ante el Vaticano, Patrick Connell, pronunció el discurso de apertura. También intervinieron Rachel Harris, profesora de etnomusicología en SOAS – Universidad de Londres; Gulchehra Hoja, periodista de Radio Free Asia; y Marcela Szymanski, redactora jefe de Libertad Religiosa en el mundo” de Ayuda a la Iglesia Necesitada.
Una ausencia que habla mucho
También se esperaba que hablara el Dr. Harri Uyghur, fundador de Uyghur Aid, pero finalmente no pudo participar. Allen señaló que su ausencia “hablaba por sí misma”. Según su biografía en la embajada, el Dr. Harri Uyghur nació en Xinjiang, China, y ahora es ciudadano de Finlandia, donde ejerce como médico. En 2017, sus padres, de nacionalidad china, fueron detenidos en campos de internamiento uigur en Xinjiang.
El Dr. Uyghur inició la campaña #FreeMyParents que ayudó a sus padres a recuperar la libertad en 2018 y, ese mismo año, fundó Uyghur Aid, una organización internacional de derechos humanos sin ánimo de lucro comprometida con la promoción y protección de los derechos humanos y la libertad religiosa en Xinjiang y en el extranjero. Uyghur Aid documenta la persecución, el acoso, la tortura y el encarcelamiento sistemáticos de uigures y otras personas en Xinjiang.
Tras haber viajado a 26 países diferentes para poner de manifiesto el genocidio de los uigures por parte del gobierno chino, el Dr. Uyghur y su activismo en pro de los derechos humanos, su defensa y su papel de líder de la diáspora uigur han aparecido en destacados medios de comunicación internacionales. A pesar de su palpable ausencia, el distinguido panel de expertos examinará el ataque del Partido Comunista de China (PCC) a la libertad religiosa en la superpotencia asiática.
Genocidio a todos los niveles
Gulcherha Hoja, de Radio Free Asia, advirtió: “El Gobierno chino ha enviado al menos a 24 miembros de mi familia a los campos de concentración y me ha acusado de terrorista por mi trabajo como periodista”. “Lo que estamos presenciando”, dijo, “no es nuevo y estamos permitiendo que la historia se repita”. “Lo que estamos enfrentando”, declaró, “es genocidio a todos los niveles”.
La peor represión contra la religión desde la Revolución Cultural
El encargado Connell puso de manifiesto que los uigures musulmanes, los kazakos étnicos, los budistas tibetanos y los miembros de otros grupos étnicos y religiosos minoritarios “han sufrido atrocidades indecibles” bajo el Gobierno autoritario de China.
“Sus tradiciones culturales, lingüísticas y religiosas están amenazadas de ser borradas por un Estado intruso y de alta tecnología que criminaliza la expresión religiosa o cultural”, advirtió.
Tras señalar que Estados Unidos “ha tomado medidas decisivas para disuadir a China de los abusos contra los derechos humanos en Xinjiang y para llamar la atención sobre la crisis uigur”, subrayó que “el reconocimiento público de los atroces abusos contra los derechos humanos en China es un paso importante para que el Gobierno chino rinda cuentas”.
“China se encuentra entre las naciones en las que la libertad de religión o de creencias está disminuyendo de forma significativa y peligrosa”, lamentó, reconociendo cómo el Gobierno ha “aumentado gravemente la represión de todas las religiones”.
También remarcó que, como parte de la política de “sinicización” en expansión del Partido Comunista Chino, cuyo objetivo es someter a las religiones aún más al control del Partido Comunista, China comenzó a aplicar nuevas regulaciones religiosas el 1 de mayo.
“La nueva ley exige a los miembros del clero que demuestren que apoyan el liderazgo del Partido Comunista Chino y apoyan el sistema socialista”. Estas nuevas regulaciones, sugirió, dan al Gobierno aún más poder para controlar dónde se rinde culto, con quién se rinde culto y cómo se puede practicar la fe.
“Increíblemente, se prohíbe a cualquier persona menor de 18 años participar en actividades religiosas, incluida la asistencia a Misa o la oración en una mezquita. El objetivo de esta ley está claramente diseñado para destruir los lazos de fe entre los jóvenes y drenar lentamente la vida de los grupos religiosos”.
“Los miembros de las comunidades católicas en China se enfrentan a otras severas restricciones y limitaciones a su derecho de libertad de culto, con informes de funcionarios del Gobierno que cierran por la fuerza cientos de iglesias, detienen a obispos, sacerdotes y monjas católicos, e incluso les prohíben realizar cualquier actividad religiosa en su calidad de clérigos”. Añadiendo que se está presionando a las escuelas para que comprueben las creencias religiosas de sus alumnos y personal, transmitió: “Algunos han llamado a esto la peor represión de la religión desde la Revolución Cultural”.
Complot para “borrar” la cultura e identidad uigures
John Allen, experto en persecución cristiana a nivel mundial, con mucha experiencia sobre el terreno, subrayó: “Hay seres humanos reales que están pagando el precio de la situación que intentamos describir hoy”.
“China”, recordó Marcela Szymanski, “lleva muchos años encabezando cualquier lista de violadores de los derechos humanos”, y añadió que la superpotencia “está mezclando una sofisticada tecnología de vigilancia masiva y recompensas económicas por abandonar las prácticas religiosas”.
“Esto”, condenó también el profesor Harris, “es una campaña implementada en los niveles más altos del Gobierno que no sólo está reprimiendo las prácticas religiosas, sino que realmente se trata de borrar la cultura y la identidad uigures”.
Se puede ver el vídeo “Derechos humanos en China: Los uigures y las minorías religiosas” aquí.
