Los obispos de las diócesis del norte de Chile se reunieron con el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) para tratar la actual crisis migratoria vivida en esta región del país el 6 de mayo de 2021.
Según informa en una nota el SJM, en este encuentro participaron los prelados de la Provincia Eclesiástica de Antofagasta, el arzobispo Ignacio Ducasse y los obispos Moisés Atisha, Guillermo Vera y Oscar Blanco, que congrega a las diócesis de Antofagasta, Arica, Iquique y Calama respectivamente; en conjunto con Javiera Cerda y Javier Hernández, jefa regional y abogado de la oficina en Arica de la Fundación Servicio Jesuita a Migrantes.
Efectivamente, en esta ocasión “se abordó la actual crisis migratoria que asola a la zona norte del país, haciendo especial énfasis en las expulsiones administrativas, deportaciones y la vulnerabilidad jurídica y humanitaria que están experimentando las personas migrantes que se encuentran en condición migratoria irregular”, se lee en el comunicado. Además, “se compartió sobre los trabajos que cada Iglesia realiza en favor de los migrantes, como también los desafíos que trae aparejada la materialización de la Nueva Ley de Migraciones”.
En la reunión “se apreció un ánimo transversal de apoyo y defensa a las personas migrantes” y se acordó “generar un plan y organización que involucre a toda la Provincia Eclesiástica de Antofagasta, abarcando a las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta; la necesidad de generar modos y vías de comunicación comunes como una voz eclesial unificada; y la importancia de la incidencia que la Iglesia pueda hace en estas materias, a través de la contención espiritual y el diálogo franco y fraterno entre los diferentes actores involucrados”.
“Como Iglesia queremos seguir motivando a la comunidad creyentes y a todas la mujeres y hombres de buena voluntad a tener un espíritu de acogida y fraternidad con quienes buscan convertir a Chile en su nuevo hogar”, resalta también la nota del SJM.
Residencia Temporal para Migrantes en Calama
Por otra parte, en ese sentido, informa el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en una nota, las diferentes iglesias están dando pasos concretos, como es el caso de la Residencia Temporal para Migrantes que se está construyendo en Calama y que se espera esté funcionando en la primera semana de julio.
El centro, en el que también serán acogida personas en situación de calle, se está construyendo con containers dormitorios y de servicios higiénicos. Se trata de un proyecto impulsado por el obispo local, Mons, Óscar Blanco, quien pretende “dar dignidad a mujeres, hombres y niños que llegan a nuestro territorio desde países vecinos y no cuentan con las condiciones mínimas para su permanencia temporal”.
Refiriéndose a las personas en situación de calle, el obispo manifiesta que “se trata de dar dignidad a personas que le ha ido mal en la vida, un espacio para dignificar la vida”. Asimismo, el prelado afirma: “creemos que como Iglesia tenemos que dar respuestas, pequeñas respuestas, pero tenemos que dar respuestas”.
