50 Años del Movimiento por la Vida: Un Mensaje de Esperanza y Compromiso.

El Movimiento por la Vida celebra su 50 aniversario, reuniendo en Roma a sus miembros para reafirmar su compromiso con la defensa de la vida humana en todas sus etapas. En este contexto, el Papa Francisco ha enviado un mensaje a través del Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, agradeciendo su labor y alentándolos a continuar con su misión de promoción de la cultura de la vida.

El Santo Padre destaca la importancia del servicio que el Movimiento por la Vida brinda a la Iglesia y a la sociedad. Subraya su dedicación a acompañar a las madres en dificultades, promoviendo una cultura de acogida y solidaridad. Asimismo, resalta el ejemplo de Carlo Casini, quien centró su apostolado y acción política en la defensa de la vida.

El Papa recuerda que el Movimiento por la Vida surgió en 1975 con la creación del primer Centro de Ayuda a la Vida en Florencia, y desde entonces ha crecido a lo largo de Italia con iniciativas como las Casas de Acogida, el servicio SOS Vida, el Proyecto Gemma y las Cunas para la Vida. Estas acciones han permitido impulsar una cultura de defensa de la maternidad y del derecho a la vida en todas sus fases.

Sin embargo, Francisco advierte sobre la propagación de la «cultura del descarte», que atenta contra los más vulnerables, desde los no nacidos hasta los ancianos y enfermos. En este sentido, exhorta a continuar trabajando en favor de la dignidad humana, desafiando la mentalidad utilitarista y promoviendo una sociedad basada en el amor y la solidaridad.

El Pontífice también enfatiza la importancia del papel de la mujer en la defensa de la vida, resaltando su capacidad de acogida, generosidad y valentía. Afirma que las mujeres deben contar con el respaldo tanto de la sociedad como de la Iglesia, y que los Centros de Ayuda a la Vida pueden ser un referente fundamental en este apoyo.

Francisco concluye su mensaje con una bendición, encomendando la labor del Movimiento por la Vida a la intercesión de Santa Teresa de Calcuta, y pide que continúen escribiendo «páginas de esperanza y ternura» en la historia de la humanidad.

Traducción al español del mensaje original:

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO, PRONUNCIADO POR EL CARDENAL SECRETARIO DE ESTADO, PIETRO PAROLIN, A LOS PARTICIPANTES EN LA PEREGRINACIÓN DEL MOVIMIENTO POR LA VIDA

[8 de marzo de 2025]

Queridas hermanas y queridos hermanos del Movimiento por la Vida:

Les agradezco su recuerdo en la oración. ¡Gracias de corazón! Los saludo a todos, en particular a la Presidenta, Señora Marina Casini, y a los miembros del Directorio.

Conozco el valor del servicio que brindan a la Iglesia y a la sociedad. Además de la solidaridad concreta, vivida con cercanía y proximidad a las madres en dificultad por un embarazo difícil o inesperado, ustedes promueven la cultura de la vida en un sentido amplio. Y buscan hacerlo con franqueza, amor y tenacidad, uniendo estrechamente la verdad con la caridad hacia todos. Los guían en esto los ejemplos y enseñanzas de Carlo Casini, quien hizo del servicio a la vida el centro de su apostolado laical y de su compromiso político.

La ocasión que los ha reunido en Roma es importante: el cincuentenario del Movimiento por la Vida, cuyo primer germen fue el Centro de Ayuda a la Vida nacido en Florencia en 1975. Desde entonces, en toda Italia, los Centros de Ayuda a la Vida se han multiplicado. Y a ellos se han sumado las Casas de Acogida, los servicios SOS Vida, el Proyecto Gemma y las Cunas para la Vida. Se han emprendido innumerables iniciativas para promover, en todos los niveles de la sociedad, la cultura de la acogida y de los derechos humanos. Por ello, los animo a seguir adelante con la protección social de la maternidad y la acogida de la vida humana en cada una de sus fases.

En este medio siglo, aunque han disminuido algunos prejuicios ideológicos y ha crecido entre los jóvenes la sensibilidad por el cuidado de la creación, lamentablemente se ha extendido la cultura del descarte. Por ello, es necesario más que nunca que personas de todas las edades se dediquen concretamente al servicio de la vida humana, sobre todo cuando es más frágil y vulnerable. Porque la vida es sagrada, creada por Dios con un destino grande y bello. Y porque una sociedad justa no se construye eliminando a los no nacidos no deseados, a los ancianos que ya no son autónomos o a los enfermos incurables.

Queridas hermanas y queridos hermanos, han venido desde muchas partes de Italia para renovar una vez más su «sí» a la civilización del amor, conscientes de que liberar a las mujeres de las presiones que las llevan a no dar a luz a sus hijos es un principio de renovación de la sociedad civil. Es evidente cómo hoy la sociedad está estructurada en torno a las categorías de poseer, hacer, producir y aparentar. Su compromiso, en armonía con toda la Iglesia, apunta a una visión diferente, que pone en el centro la dignidad de la persona y da prioridad a los más débiles. El concebido representa, por excelencia, a cada hombre y mujer que no cuenta, que no tiene voz. Ponerse de su lado significa solidarizarse con todos los descartados del mundo. Y la mirada del corazón que lo reconoce como uno de nosotros es el motor de esta visión.

Sigan apostando por las mujeres, por su capacidad de acogida, generosidad y valentía. Las mujeres deben poder contar con el apoyo de toda la comunidad civil y eclesial, y los Centros de Ayuda a la Vida pueden convertirse en un punto de referencia para todos. Les agradezco por las páginas de esperanza y ternura que ayudan a escribir en el libro de la historia, que son y serán imborrables, y que darán muchos frutos.

Que el Señor los bendiga y la Virgen Santa los proteja. Encomiendo a cada uno de ustedes, a sus grupos y a su compromiso a la intercesión de Santa Teresa de Calcuta, presidenta espiritual de los Movimientos por la Vida en el mundo. Y no se olviden de orar por mí. ¡Gracias!

Roma, Policlinico Gemelli, 5 de marzo de 2025.