Según la RAE, la palabra confianza significa, esperanza firme que se tiene de alguien o algo, también se menciona como seguridad que alguien tiene de si mismo. Etimológicamente confianza viene del latín confidentia y se puede desagregar en con-prefijo que significa “junto”, “todo” o “con”, fides- que significa “fe” y anza-sufijo que significa “acción”. Si juntamos estos significados, se puede interpretar como “con absoluta convicción” o “con toda la fe”.
En ese sentido, en las siguientes líneas les compartiré dos breves historias, una pública y relativamente cercana y otra de índole personal.
La primera trata sobre un exitoso ejecutivo peruano, que en sus propias palabras al enfrentar y salir victorioso de una dura enfermedad (cáncer a la médula) siente que ha renacido en el aspecto físico, emocional y psicológico. Esta historia comienza el domingo de resurrección del 2024, fecha en que coincidentemente ingresa al centro médico donde lo internaron para su tratamiento por varios meses. Por ello, hoy tiene un profundo agradecimiento a la vida, a su círculo de confianza como fueron su pareja, familia y médicos tratantes. Sin ellos y un DIOS en quien creer, no hubiera sido posible vencer la enfermedad. Ahora al verlo mientras camina por las calles de Lima, le aflora una sonrisa natural que irradia la palabra “gracias”.
En cuanto a la historia personal, les comparto que hemos estado en una búsqueda intensa de un departamento para mis dos hijas mayores que se quedarán en Buenos Aires. Ellas dos van a seguir sus estudios superiores en Argentina con el plus de estar acompañadas de Pepi, una labradora retriver de 13 años. Por diferentes circunstancias y motivos no podíamos concretar este alquiler, entre ellos por ser extranjeros nos solicitaban un seguro de caución que puede llegar a ser hasta 6 meses de renta en efectivo. La búsqueda fue infructuosa hasta que “apareció” Florencia, una agente inmobiliaria que nos consiguió el lugar perfecto, pero que lamentablemente no pudimos concretar porque nos ganaron por puesta de mano. Sin embargo, a partir de ese momento Florentina nos acompañó desinteresadamente a buscar el departamento correcto. Así que luego de salvar diferentes obstáculos, entre ellos el famoso seguro de caución y lograr que los propietarios confíen en nosotros al conocernos, encontramos ese espacio tranquilo y acogedor para nuestras hijas mayores y mascota.
A partir de estas dos historias, comparto las siguientes reflexiones.
- Todos enfrentamos diferentes grados de dificultad, inconvenientes o vicisitudes que enfrentar en la vida, el quid del asunto, está en la actitud y mirada que tengamos ante estas.
- Siempre encontrarás personas dispuestas a dar, servir y compartir, sin literalmente solicitar nada a cambio.
- El amor y la empatía son parte del camino más corto y directo para con tu prójimo.
- Cuan importante es confiar y no desesperarse, en el sentido más amplio de ambas palabras.
Finalmente, les comparto algunas citas, que pueden ayudarnos a reflexionar y responder la pregunta del presente artículo.
- Bendito el hombre que confía en el Señor y pone su confianza en Él (Jeremías 17.7).
- Nadie es acreedor de amor, si no es capaz de otorgarlo a otros (Seneca 4 AC al 65 DC).
- Los caminos y tiempos de DIOS son perfectos (Adagio popular).
Querido lector, te animo a que puedas desplegar en cualquier aspecto de tu vida, la actitud del buen samaritano que todos llevamos dentro para dar, servir, compartir y perdonar inclusive. ¡No te olvides de remar con fuerza, mar adentro y contra corriente!