La Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe ha iniciado el proceso de escucha a todo el Pueblo de Dios con el objetivo de generar diversos diálogos y actividades que “serán el hilo conductor de todo el proceso de discernimiento hacia y durante la Asamblea” y se extenderá hasta la mitad del mes de julio, indica un comunicado de prensa del comité de comunicación del evento difundido el 14 de abril de 2020.
De hecho, el Papa Francisco expresó en su saludo inicial a la 1ª Asamblea Eclesial que “la Iglesia se da al partir el pan, la Iglesia se da con todos sin exclusión y una asamblea eclesial es signo de esto de una Iglesia sin exclusión”. Esta escucha, como parte del proceso de la Asamblea, es esencial para animar lo expresado por el Santo Padre, y por ello pedimos intensamente el apoyo de todos y todas.
Mauricio López, coordinador del Comité de Escucha, aseguró que “aspiramos a tener una plena y amplia participación de todo el pueblo de Dios que peregrina en América Latina y el Caribe, para que esta Asamblea sea una verdadera celebración de nuestra identidad eclesial al servicio de la vida”.
López añade que “este evento quiere ser una expresión genuina de una presencia que acoja las esperanzas y anhelos de todas las personas que conforman la Iglesia, Pueblo de Dios, especialmente en este tiempo de profunda crisis”. Podrán participar todos los hombres y mujeres de la Iglesia.
Frente a ello “la coherencia con el anuncio del Evangelio de Jesús será el gesto vivo que dará relevancia a nuestro proceso, y debemos escuchar atentamente los gritos de los empobrecidos y de la hermana madre tierra en este tiempo de Pandemia por la COVI-19 y de todas las demás pandemias de inequidad y exclusión que este momento revela”.
¿Cómo participar en el Proceso de Escucha?
El proceso de escucha se desarrollará a través de actividades comunitarias y contribuciones individuales, con registros realizados mediante el uso de una plataforma de colaboración en línea, en el sitio web de la Asamblea Eclesial, en su sección “ESCUCHA” en el siguiente enlace ( https://asambleaeclesial.lat/escucha/ ). Es muy importante, por motivos de identificación de la diversidad de los y las participantes y por seguridad en el registro, que todas las personas se inscriban en el enlace antes mencionado, y para ello un equipo está disponible para asistir en todo lo que se necesite a través del correo: [email protected]
Podrán participar todas las mujeres y hombres que conforman la Iglesia en América Latina y el Caribe que quieran aportar su palabra y testimonio por medio de tres modalidades, todos disponibles en el enlace ofrecido anteriormente:
- Las comunidades o grupos que se organizan para responder a las preguntas que propone el cuestionario de participación grupal.
- Una persona también puede subir su aporte en el módulo de participación personal.
En estas dos formas de participación existe la posibilidad de avanzar poco a poco en su aporte (es decir, ingresar en diversas ocasiones hasta culminar su aporte), por lo que tienen la opción de grabar parcialmente sus aportes, y al terminar enviarlos según las funciones de la plataforma.
- Una tercera forma de participación es la organización y participación en foros temáticos (pueden ser sincrónicos o asincrónicos, es decir, en tiempo real de manera virtual o a lo largo de un periodo específico a través de una plataforma digital) en los que se promueve la reflexión más profunda sobre temas de especial preocupación e importancia para nuestro caminar como iglesia latinoamericana y caribeña. Si el tema que se quiera reflexionar no se encuentra en el listado ofrecido por la propia Asamblea, podrán también comunicarse a [email protected], para proponerlo y organizarlo conjuntamente.
Consideraciones
Desde la organización, se anima mucho a que las comunidades y grupos eclesiales diversos organicen espacios de escucha comunitarios de forma sincrónica (en tiempo real mediante plataformas virtuales o presenciales con todos los cuidados requeridos en estos tiempos de Pandemia) y asincrónica (con un periodo para añadir aportaciones).
Además, en cada Conferencia Episcopal existe una comisión organizadora nacional que promoverá la participación de todo el pueblo de Dios que peregrina en su territorio particular. También participarán en la animación de este proceso las diferentes redes e Instituciones pastorales latinoamericanas (CLAR, Cáritas, redes eclesiales territoriales y temáticas, entre otras).
Se insiste en que el registro necesario de las personas será confidencial y solo con fines estadísticos. No se publicará la autoría de las personas o grupos, a menos que lo autoricen de manera directa y explícita.
Insumos para la Escucha
Se han puesto a disposición dos valiosos insumos para profundizar en el Proceso de Escucha, los cuales están ya disponibles en la sección ESCUCHA del sitio web de la Asamblea que ya se ha compartido. En primer lugar, el Documento para el Camino, donde se profundiza en algunos aspectos de la realidad que “nos interpelan como discípulos misioneros en esta hora de la historia”, a la luz del documento y la experiencia de Aparecida.
En este Documento para el Camino podrán encontrar de manera más ampliada los fundamentos teológicos, históricos, bíblicos a la luz de diversos documentos de la Iglesia Universal como de las Conferencias de Obispos de América Latina y el Caribe
“Será una ayuda para el diálogo y el discernimiento personal y comunitario, suscitando muchas contribuciones del Pueblo de Dios en la escucha recíproca y las deliberaciones comunes. Es un documento para animar y abrir los diálogos”, acotó López.
También está disponible la Guía Metodológica en la que podrán encontrar toda la información necesaria para participar en la escucha, y lo concerniente a las actividades comunitarias, grupales y foros temáticos, y las individuales.
Recordemos la importancia de la escucha al Pueblo de Dios en lo que el propio Papa Francisco nos expresa en su Constitución Apostólica Episcopalis Communio (No. 7): “el proceso sinodal tiene su punto de partida y también su punto de llegada en el Pueblo de Dios, sobre el que deben derramarse los dones de gracia derramados por el Espíritu Santo”