“Rezo para que este significativo aniversario sea una ocasión de gran alegría y de renovada fidelidad a la concepción del discipulado misionero, fundado en la imitación del amor preferencial de Cristo por los pobres”: con estas palabras, el Papa Francisco expresa, en un mensaje dirigido al Superior General de la Congregación de la Misión, padre Tomaž Mavrič CM, su cercanía con motivo del cuarto centenario de la Congregación fundada por San Vicente de Paúl el 17 de abril de 1625.
San Vicente consideró, sin embargo, que el 25 de enero de 1617 era la fecha efectiva de fundación, en recuerdo de la conciencia adquirida al sentirse llamado a llevar el Evangelio a los pobres.
En su mensaje, el Papa Francisco recorre los primeros pasos de la Congregación de la Misión, destacando su crecimiento hasta el día de hoy. Reflexiona sobre la herencia espiritual, el celo apostólico y el cuidado pastoral que San Vicente de Paúl transmitió a toda la Iglesia universal.
El Papa expresa su deseo de que las celebraciones del cuarto centenario resalten los aspectos esenciales de la acción del santo, para que hoy, al igual que ayer, puedan beneficiar a los jóvenes: “Espero que las celebraciones del cuarto centenario subrayen la importancia de la concepción de San Vicente sobre el servicio a Cristo en los pobres, para la renovación de la Iglesia de nuestro tiempo, en el seguimiento misionero y en la ayuda a los necesitados y abandonados en las muchas periferias de nuestro mundo, y en los márgenes de una cultura superficial y ‘de usar y tirar’. Estoy convencido de que el ejemplo de San Vicente puede inspirar de manera especial a los jóvenes, quienes, con su entusiasmo, generosidad y preocupación por construir un mundo mejor, están llamados a ser testigos audaces y valientes del Evangelio entre sus compañeros y dondequiera que se encuentren”.
Son muchos, en todos los continentes, quienes han hecho propia la espiritualidad vicenciana y la han vivido heroicamente siguiendo los pasos de San Vicente. Como subraya el Santo Padre, lo han hecho impulsados por ese “fuego de amor” que ardía en el corazón del Hijo de Dios encarnado y que lo llevó a identificarse con los pobres y marginados.
La Familia Vicenciana sigue hoy iniciando obras de caridad, emprendiendo nuevas misiones y ayudando en la dirección espiritual, así como en la formación del clero y de los laicos. Ejemplo de ello es la Sociedad de San Vicente de Paúl, fundada en 1833 por el beato Federico Ozanam, que el Papa define como “una fuerza extraordinaria de bien al servicio de los pobres, con cientos de miles de miembros en todo el mundo”.
El Papa recuerda también otras dos fundaciones vicencianas: en 1617, las “Confraternidades de la Caridad”, conocidas hoy como Asociación Internacional de Caridad o Voluntariado Vicenciano, y en 1633, junto con Santa Luisa de Marillac, las “Hijas de la Caridad”, que el Santo Padre califica como “una forma revolucionaria de comunidad femenina” para su tiempo. Mientras las religiosas de entonces vivían en monasterios, San Vicente animó a sus hermanas a salir a las calles de París para cuidar a los pobres y enfermos.
Hoy, los hijos espirituales de San Vicente manifiestan una creatividad similar con iniciativas como la Alianza de la Familia Vicenciana con las personas sin hogar. Este proyecto internacional, inspirado en el ejemplo de San Vicente, quien en 1643 construyó trece casas para los pobres en París, busca proporcionar viviendas asequibles para personas sin hogar.
El Papa concluye su mensaje impartiendo la Bendición Apostólica y citando a San Vicente de Paúl: “Rezo para que, inspirados por su Fundador, puedan seguir modelando su vida y su trabajo según la exhortación a la humildad y al celo apostólico que él dirigió a los primeros miembros de la Congregación: ‘Ánimo, hermanos, dediquémonos con renovado amor al servicio de los pobres, busquemos incluso a los más miserables y abandonados. Reconozcamos ante Dios que ellos son nuestros señores y amos, y que no somos dignos de prestarles nuestros humildes servicios’”.
Acerca del Jubileo 400 años
El 17 de abril de 2025 la Congregación de la Misión celebra un nuevo hito histórico: la conmemoración de los 400 años desde su fundación. Con este nuevo jubileo, la Congregación de la Misión reafirma su carisma y entra en un período de preparación, dispuesta a vivir continuamente, en salida profética, sinodal y misionera, expresiones propias de su espiritualidad. Con motivo de este aniversario, se llevarán a cabo distintas iniciativas en los países en los que está presente la Congregación. Celebraciones que culminarán con una Misa Solemne el 1 de mayo de 2025 en París (la Misa no se realiza el 17 de abril de 2025, día del aniversario de la fundación, porque coincide con el Jueves Santo). Más información: https://congregatiomissionis.org/es/jubileo