Tras la celebración de la Santa Misa en la Basílica Vaticana por la Solemnidad de la Epifanía del Señor, a las 12 del mediodía el Santo Padre Francisco se asomó a la ventana del estudio del Palacio Apostólico Vaticano para recitar el Ángelus con los cerca de 30.000 fieles y peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro.
Estas fueron las palabras del Papa al introducir la oración mariana:
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Palabras del Papa
Queridos hermanos y hermanas, ¡Feliz fiesta de la Epifanía!
Hoy la Iglesia celebra la manifestación de Jesús, y el Evangelio se centra en los Magos, que al final de un largo viaje llegan a Jerusalén para adorar a Jesús .
Si prestamos atención, descubriremos algo un poco extraño: mientras aquellos sabios que venían de lejos llegan para encontrar a Jesús, los que estaban cerca no dan un paso hacia la cueva de Belén. Atraídos y guiados por la estrella, los Magos afrontan enormes gastos, ponen a disposición su tiempo, aceptan los muchos riesgos e incertidumbres que nunca faltaban en aquellos días. Sin embargo, superan todas las dificultades para llegar a ver al Rey Mesías, porque saben que está sucediendo algo único en la historia de la humanidad y no quieren faltar a la cita. Tenían la inspiración dentro y la siguieron.
En cambio, los que viven en Jerusalén, que deberían ser los más felices y los más dispuestos a acudir en tropel, se quedan quietos. Los sacerdotes, los teólogos interpretan correctamente las Sagradas Escrituras y dan indicaciones a los Magos sobre dónde encontrar al Mesías, pero no se mueven de sus «sillas». Están satisfechos con lo que tienen y no salen en su búsqueda, no creen que valga la pena salir de Jerusalén.
Este hecho, hermanas y hermanos, nos hace reflexionar y en cierto modo nos provoca, porque nos plantea una pregunta: nosotros, yo, hoy, ¿a qué categoría pertenecemos? ¿Nos parecemos más a los pastores, que esa noche van de prisa a la gruta, y a los Magos de Oriente, que parten confiados en busca del Hijo de Dios hecho hombre; o somos más como aquellos que, aunque físicamente están muy cerca de Él, no abren las puertas de su corazón y de su vida, permanecen cerrados e insensibles a la presencia de Jesús? Hagámonos esta pregunta. ¿A qué grupo de personas pertenezco?
Según una historia, un cuarto rey mago llega tarde a Jerusalén, justo durante la crucifixión de Jesús -es una historia bonita, no es histórica, pero es una historia bonita-, porque se paró en la calle para ayudar a todos los necesitados dándoles los preciosos regalos que había traído para Jesús. Al final, llega a viejo y Jesús le dice desde la cruz: ‘En verdad os digo que todo lo que hicisteis al más pequeño de los hermanos, a mí me lo hicisteis’. El Señor sabe todo lo que hemos hecho por los demás.
Pidamos ayuda a la Virgen María para que, imitando a los pastores y a los Magos, sepamos reconocer a Jesús cerca, en el pobre, en la Eucaristía, en el abandonado, en el hermano, en la hermana.
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Después del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas
El día de Reyes es la Jornada Misionera Mundial de la Infancia, que este año tiene como lema: «Id e invitad a todos a la fiesta». Saludo a los niños y jóvenes misioneros del mundo y les animo en su compromiso de oración y solidaridad en favor de sus coetáneos de otros continentes.
Me alegra dirigir mis más cordiales deseos a las comunidades eclesiales de Oriente, que mañana celebran la Santa Navidad. Les aseguro especialmente mi oración por los que sufren a causa de los conflictos en curso. Que Jesús, Príncipe de la paz, traiga a todos paz y serenidad.
Saludo con alegría a los participantes en la procesión histórico-folclorística, que este año está dedicada al municipio de Amelia y a sus localidades vecinas, a sus valores humanos y también religiosos. Gracias.
Y no olvidemos rezar por la paz: en la atormentada Ucrania, en Palestina, en Israel, en todos los países en guerra, en Myanmar.
Saludo a los fieles de Massafra, a los jóvenes del Movimiento «Tra Noi», a los «Amigos de la Historia y las Tradiciones» de Carovilli y al Coro de Soriano nel Cimino. Y extiendo mi saludo a los participantes en la gran «Cabalgata de los Reyes Magos» de Polonia, que con esta iniciativa dan testimonio de la fe en las iglesias y en las calles de Varsovia y de muchas ciudades polacas, pero también en el extranjero, ¡incluso aquí, en Roma! Saludos a todos los polacos.
Y a todos les deseo una Feliz Epifanía. Seguid rezando por mí. Buen almuerzo y ¡adiós!