La voz, hoy amenazada, de los católicos en Polonia cumple 33 años

El significativo aniversario de la fundación de Radio María

Monika Tomaszek/Radio Maryja

El 8 de diciembre de 1991, exactamente hace 33 años, Radio María transmitió su primer programa. Fundada en Torun por los padres redentoristas encabezados por el padre Tadeusz Rydzyk, se convirtió en una voz católica en los hogares polacos. El padre Rydzyk comprendió perfectamente el mensaje de san Maximiliano Kolbe, quien repetía: “si no tenemos medios católicos, tendremos iglesias vacías”. Ambos dedicaron su vida a la creación de medios católicos con el objetivo de defender la verdad, el bien, la familia, la fe católica y la identidad nacional polaca. En los años siguientes nacieron otros medios: el diario «Nasz Dziennik» (Nuestro Diario) hace 27 años y la Televisión Trwam, que transmite desde hace más de 20 años.

En Torun, los días 7 y 8 de diciembre se celebró el 33º aniversario de la fundación de Radio María (en polaco, Radio Maryja). Los participantes en la ceremonia fueron recibidos por el fundador y director de la emisora católica, el padre Rydzyk. Antes de la Santa Misa, intervino el exministro de Justicia Zbigniew Ziobro, con su conmovedor testimonio de un enfermo de cáncer que afrontaba la enfermedad escuchando Radio Maryja. «Quisiera expresar mi gratitud a la familia de Radio Maryja por un gesto de amor fraterno que fue la oración por mi sanación. Comparto la experiencia de muchos polacos, oyentes de Radio Maryja enfermos y sufrientes, que no pueden ir a la Iglesia por sí mismos y que se encuentran en esta comunidad de oración, que para ellos es un apoyo y una fuente de esperanza», dijo Ziobro. También se leyó una carta del presidente Andrzej Duda, en la que el Jefe de Estado destacó que la fundación de Radio Maryja marcó un punto de inflexión extremadamente importante en la historia de los medios de comunicación polacos, subrayando que con sus actividades, Radio Maryja «refuerza la unidad de nuestra nación y la fuerza de una Polonia independiente».

Antes del inicio de la Santa Misa, el administrador de la diócesis de Torun, monseñor Józef Szamocki, recordó que durante todos los años de su actividad, la Radio y su fundador fueron apoyados por san Juan Pablo II. Monseñor Szamocki destacó «la Radio contribuye en gran medida a la obra de evangelización apoyada también por los Papas sucesivos». «El mundo parece estar constantemente sorprendido por el hecho de que en tiempos de gran progreso y cambios de civilización, haya personas que ansíen valores sobrenaturales. Buscan el sentido de la vida, defienden el Evangelio, rezan y quieren compartir su fe», dijo el administrador de la diócesis de Torun, dirigiéndose a los presentes.

Monika Tomaszek/Radio Maryja

La solemne Misa fue presidida por el Metropolita de Cracovia, monseñor Marek Jędraszewski, y concelebrada por otros obispos y sacerdotes. A la Misa asistieron miles de oyentes de la Radio organizados en la llamada “Familia de Radio Maryja”.


En su homilía, monseñor Jędraszewski subrayó la importancia de la veracidad en la vida pública y en la misión de los medios de comunicación de proclamar la verdad y cuidar de la democracia, para que no se convierta en una forma de nuevo totalitarismo. El Arzobispo habló, entre otras cosas, de la religión en las escuelas, recordando las circunstancias que hicieron posible el regreso de la hora de religión en las escuelas en el período comunista, que luego volvió a ser eliminada. «Lo recuerdo y cuando veo lo que está sucediendo hoy, entonces puedo decir: se repite lo que había sido, exactamente según el mismo escenario. Alguien se preocupa mucho de que la palabra “Dios” y los valores objetivos no aparezcan en las aulas», alertó monseñor Jędraszewski, haciendo referencia a los intentos del ministro de Educación del gobierno de Tusk de reducir y eliminar la hora de religión en las escuelas públicas polacas. En este contexto, el Arzobispo citó las palabras de san Juan Pablo II de la Encíclica “Centesimus Annos”: «Si no existe ninguna verdad última que guíe y oriente la acción política, entonces las ideas y las convicciones pueden ser fácilmente instrumentalizadas para fines de poder. Una democracia sin valores se convierte fácilmente en un totalitarismo abierto o subrepticio, como demuestra la historia». En el mundo de hoy, donde teóricamente existe la libertad de expresión, existe un peligro del que hablaba el Papa Wojtyla en su viaje a Polonia (Olsztyn, 6 de junio de 1991): «De poco sirve la libertad de hablar, si la palabra dicha no es libre. Si está atada por el egocentrismo, la mentira, la insidia, y quizás incluso por el odio o el desprecio hacia los demás, por aquellos, por ejemplo, que son diferentes por nacionalidad, por religión o por opiniones. No será grande el beneficio de hablar y escribir, si la palabra se utiliza no para buscar la verdad y compartirla, sino solo para ganar en las discusiones y defender la propia – quizás errónea – opinión. Las palabras, a veces, pueden expresar la verdad de una manera humillante para ella. Puede ocurrir que el hombre diga alguna verdad para motivar su propia mentira. El hombre introduce en nuestro mundo humano un gran caos si intenta utilizar la verdad al servicio de la mentira. A tanta gente le resulta entonces difícil reconocer que este mundo es de Dios». Citando a Juan Pablo II, monseñor Jędraszewski quiso advertir que los riesgos para la democracia también existen en la Polonia de hoy, gobernada desde hace un año por un gobierno más anticlerical y laicista desde el giro democrático en 1989.

Al final de su homilía, el Arzobispo de Cracovia recordó todas las obras que han nacido alrededor de Radio Maryja y TV Trwam: el diario «Nasz Dziennik», la revista mensual «W Nasza Rodzinie», la Academia de Cultura Social y Mediática en Torun, la Fundación Lux Veritatis y la Fundacja Nostro Futuro, y una asociación de personas que operan en el campo de los medios: la familia Radio Maryja. «Mis queridos amigos, todas estas instituciones han sido creadas y trabajan para que la democracia en Polonia no se convierta en un totalitarismo evidente o encubierto. Porque predican la verdad. Y precisamente porque predican la verdad desde el principio de su existencia, estas instituciones, estas entidades eran y siguen siendo hoy una espina en el costado de todos los ambientes que rechazan la existencia de la verdad objetiva, valores objetivos y que quieren construir su propio futuro y su poder sobre las mentiras», concluyó monseñor Jędraszewski, refiriéndose a los recientes hechos de brutales ataques contra la Fundación Lux Veritatis y también los ataques personales contra el fundador de Radio Maryja, el padre Tadeusz Rydzyk, por parte de los gobernantes y las fiscalías a su servicio.