El Papa Francisco en el Ángelus: En el «sí» de María se encuentra la unión de lo humano y lo divino

Ángelus

Este 8 de diciembre, en el II Domingo de Adviento y solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, el Papa Francisco reflexionó sobre la importancia del “sí” de la Madre de Dios, destacando que en ella se une lo humano y lo divino, como lo reveló en su mensaje previo a la oración del Ángelus, invitando a todos a imitar la entrega total de María.

En su alocución antes de la oración mariana del Ángelus, el Papa Francisco alentó a los fieles a abrir las puertas de sus corazones y mentes al Señor Jesús, quien nació de la Virgen Inmaculada. Este llamado a la reflexión tiene lugar en el marco de la preparación para la apertura de la Puerta Santa del Jubileo, una invitación para prepararnos a recibir al Señor y pedir la intercesión de la Virgen para que Él habite en nuestras vidas.

La colaboración de una joven en el plan divino

El Papa, al comentar sobre el Evangelio del día, subrayó la trascendencia del momento histórico que representa la Anunciación. Fue en este episodio cuando la Virgen María, con su “sí” al mensaje del Arcángel Gabriel, permitió que el Verbo de Dios se hiciera carne. «Dios, el Altísimo, el Omnipotente, elige dialogar con una joven de Nazaret, pidiéndole su colaboración para el plan divino de salvación de la humanidad», explicó el Santo Padre.

Lo humano y lo divino en la respuesta de María

En su reflexión, el Papa comparó este momento con la famosa pintura de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, donde el dedo de Dios toca al de Adán. De igual manera, en el “sí” de María, lo divino y lo humano se encuentran, marcando el inicio de la Redención. «Una joven de un pequeño pueblo periférico se ve llamada al centro de la historia, y de su respuesta depende el futuro de la humanidad», agregó Francisco, destacando que, con su respuesta, la Virgen abre la puerta a un futuro lleno de esperanza.

María, la sierva fiel de la Palabra de Dios

El Papa enfatizó que María es la «llena de gracia», completamente dedicada a servir la Palabra de Dios, sin resistencia a su voluntad. «En ella no hay nada que se oponga a la verdad y a la caridad», destacó el Papa, subrayando que su bienaventuranza es la que cantarán todas las generaciones. María, con su “sí”, nos ha dado a Jesús, nuestra salvación.

Reflexiones para el presente

En un contexto mundial marcado por conflictos y la búsqueda constante de poder y posesiones, el Papa invitó a los fieles a reflexionar sobre sus prioridades. «¿Dónde pongo mi esperanza?», preguntó. «¿Está mi felicidad en la misericordia de Dios, en su amor incondicional, o me engaño buscando afirmar mi ego y voluntad a toda costa?», continuó el Papa, invitando a los fieles a buscar la verdadera paz y felicidad en el amor de Dios.


Finalmente, el Papa Francisco alentó a la Iglesia a prepararse para el Jubileo, abriendo las puertas de su corazón al Señor, quien vino al mundo a través de la Virgen María, y a pedir su intercesión para que Él habite en nuestra vida y nos guíe hacia la salvación.