Este 8 de diciembre, en la celebración de la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, el Papa Francisco presidió la Eucaristía en la Basílica de San Pedro acompañado por los nuevos Cardenales. Durante su homilía, el Pontífice destacó la figura de María Inmaculada, enfatizando que su corazón lleno de amor nos invita a convertirnos en una comunidad donde la filiación, la esponsalidad y la maternidad sean principios fundamentales de vida.
La Inmaculada: Un Modelo Concreto
El Papa Francisco subrayó que la Inmaculada Concepción no es un mito ni una doctrina abstracta, sino una propuesta concreta y hermosa. María representa el modelo perfecto de humanidad, un ejemplo al que todos podemos aspirar para mejorar nuestro mundo, gracias a la gracia de Dios.
El Misterio del Corazón Inmaculado de María
Durante su homilía, el Santo Padre recordó que, a lo largo de los siglos, los cristianos han intentado representar el misterio del corazón inmaculado de María a través de diversas imágenes y palabras. María, la “Bendita entre todas las mujeres”, refleja la gracia y la dulzura que todos llevamos en nuestro corazón. San Pablo VI describía a María como un ejemplo de inocencia, santidad, armonía, candor y belleza.
Contemplar a María en Tres Dimensiones
El Papa invitó a los fieles a contemplar a María en tres aspectos clave de su vida: hija, esposa y madre. Aunque los Evangelios no narran la infancia de María, la presentan como una joven llena de fe, humildad y sencillez. María es la “virgen” cuya vida es un continuo don de sí misma.
María, la Esposa Elegida
El Papa Francisco destacó que María fue elegida por Dios como compañera para su proyecto de salvación. Al aceptar ser la madre del Hijo de Dios, María mostró una fidelidad y lealtad ejemplares, características del amor verdadero entre esposos. Su belleza poliédrica revela la fidelidad y el cuidado que Dios confió en ella.
María, la Madre Presente
La tercera dimensión de María que el Papa resaltó fue su maternidad. Representada con el Niño Jesús en brazos, María está presente en todas las circunstancias de la vida de Jesús, desde el pesebre hasta la cruz. Su fecundidad se manifiesta en su capacidad de olvidar de sí misma para cuidar de los demás.
La Inmaculada: Un Proyecto para Todos
El Papa advirtió sobre el riesgo de ver a María como una figura inalcanzable. Nos recordó que, gracias al Bautismo, estamos liberados del pecado y llamados a acoger al Señor en nuestras vidas, siguiendo el ejemplo de María. La Inmaculada es un proyecto concreto para mejorar el mundo a través de la gracia de Dios.
El Peligro de la Autosuficiencia
El Papa Francisco reflexionó sobre cómo la autosuficiencia sigue hiriendo a la humanidad, recordándonos que el verdadero valor no se encuentra en las riquezas materiales sino en el amor y la solidaridad. Criticó la indiferencia hacia el sufrimiento ajeno y la búsqueda superficial de la felicidad.
La Llamada a la Comunidad
Finalmente, el Papa invitó a los fieles a dejarse conquistar por el corazón lleno de amor de María Inmaculada, para convertirnos en una comunidad unida por el amor y la solidaridad. Encomendó a los nuevos Cardenales a la intercesión de la Madre del Salvador, pidiéndoles que lo ayuden en su labor pastoral al servicio de la Iglesia universal.
Con esta homilía, el Papa Francisco nos recordó que la belleza y el ejemplo de María Inmaculada son una guía para nuestras vidas y una llamada a construir un mundo mejor a través de la fe y el amor.