En videos anteriores, he comentado brevemente los tres primeros capítulos de la encíclica Evangelii Gaudium del Papa Francisco, donde se exploran diferentes aspectos de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. En este artículo, abordamos el cuarto capítulo, titulado «El amor que da de beber», que reflexiona sobre la espiritualidad profunda que se encuentra en esta devoción, centrándose en el corazón traspasado de Cristo.
La Imagen del Corazón Traspasado
La devoción al Sagrado Corazón tiene sus raíces en la escena de la cruz, cuando el soldado Longinos atraviesa el costado de Jesús con una lanza. De ese costado brota sangre y agua, una imagen poderosa que simboliza dos aspectos fundamentales de la fe cristiana. En primer lugar, el agua que surge del costado representa el bautismo y la gracia de Dios que sacia nuestra sed espiritual. En segundo lugar, el corazón abierto de Cristo es el hogar donde podemos encontrar consuelo, amor y la presencia viva de Dios.
La Profecía de Zacarías y su Cumplimiento en Cristo
El Papa Francisco destaca que las profecías del Antiguo Testamento, como la de Zacarías, anticipan la efusión de agua como símbolo de purificación y gracia. Zacarías predice que de la casa de David brotaría una fuente abierta para lavar el pecado y la impureza, una visión que se cumple en el Evangelio con la muerte de Jesús. En el Evangelio de San Juan, se relata que, tras ser traspasado el costado de Jesús, brotó sangre y agua, un cumplimiento de esta antigua profecía. Jesús mismo invita a aquellos que tienen sed a venir a Él, prometiendo que de su seno brotarán manantiales de agua viva.
Tres Propiedades del Agua: Limpieza, Saciedad y Vida
El agua, en la espiritualidad cristiana, simboliza tres aspectos fundamentales de la gracia divina. Primero, limpia, eliminando el pecado original y personal, purificando el alma. Segundo, sacia la sed, representando el deseo de amor infinito que solo Dios puede llenar. Y, tercero, vivifica, al igual que el agua nutre a las plantas, la gracia de Dios da vida a nuestra fe y a nuestra relación con Él.
El Corazón Abierto como Hogar de Encuentro
Además de ser fuente de agua viva, el costado de Cristo también simboliza un hogar donde podemos encontrarnos personalmente con Él. El Papa Francisco, al igual que otros grandes santos de la Iglesia, destaca que en ese corazón abierto podemos hallar un amor profundo y constante, como el de una madre hacia su hijo. Aunque una madre podría olvidar a su hijo, Dios jamás nos olvidará, nos lleva tatuados en la palma de sus manos.
Los Santos y la Devoción al Sagrado Corazón
A lo largo de los siglos, la devoción al Sagrado Corazón ha sido cultivada por numerosos santos, desde San Francisco de Sales y Santa Margarita María Alacoque hasta Santa Teresa de Calcuta y San Juan Pablo II. Cada uno de estos santos ha transmitido, a su manera, el amor único y personal que Cristo tiene por cada uno de nosotros.
Tres Etapas de la Espiritualidad del Sagrado Corazón
El Papa Francisco propone una reflexión sobre la espiritualidad del Sagrado Corazón a través de tres etapas, que coinciden con las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. Estas etapas son el flechazo, la confianza y la unión.
- Flechazo: La devoción al Sagrado Corazón comienza con la contemplación del amor de Cristo. Algunos santos, como Santa Margarita María, han tenido experiencias extraordinarias de este amor, pero todos estamos llamados a descubrirlo en nuestra vida cotidiana a través de la contemplación.
- Confianza: El amor de Cristo es una invitación a confiar plenamente en Él. Como San Francisco de Sales escribió, cada uno de nosotros puede mirar en el Sagrado Corazón y ver su nombre inscrito con caracteres de amor.
- Unión: Finalmente, esta devoción nos invita a vivir una relación personal con Cristo, a unirnos a Él en un amor profundo y transformador, como una paloma que anida en su refugio.
La devoción al Sagrado Corazón es una invitación a entrar en un hogar de amor, purificación y vida. A lo largo de los siglos, la espiritualidad del Sagrado Corazón ha crecido y madurado, transformándose en una fuerza poderosa para la caridad y la acción educativa. Hoy, esta devoción continúa siendo un camino sólido y saludable para aquellos que buscan un encuentro personal con Cristo, el amor que da de beber, que sacia y da vida.
Capítulo 1: Dilexit Nos. El corazón
Capítulo 2: Gestos y palabras de amor