El pasado viernes se celebró el segundo encuentro de influencers católicos, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). El evento contó con la destacada participación del Monseñor José Ignacio Munilla, obispo de Orihuela -Alicante.
Monseñor Munilla recordó cómo el Papa Benedicto XVI ya habló de la importancia de evangelizar el «continente digital». Reflexionó sobre cómo, años atrás, era común que los matrimonios se conocieran a través de la familia o en lugares compartidos. Sin embargo, hoy en día, cada vez es más frecuente que estos primeros flechazos sean digitales. Lo mismo sucede con Jesucristo: antes, las personas solían encontrarse con Él en familia o en la parroquia, pero ahora son muchas las que lo descubren a través de las redes sociales.
El obispo nos señaló que una persona alejada de Dios difícilmente irá a una parroquia, pero podría encontrarse con un mensaje que transforme su vida a través de un youtuber, un instagramer o una emisora de radio.
Sin embargo, también destacó la necesidad de tener una conciencia crítica del mundo digital.
Nos animó a ser sobrios y perseverantes. La sobriedad es esencial para evitar que incluso las cosas buenas nos generen adicción, mientras que la perseverancia nos ayuda a mantenernos firmes sin dejarnos llevar por frustraciones o éxitos efímeros. Señaló que nuestra fortaleza debe ser la paz interior, asegurándonos que sólo la mansedumbre nos dará la flexibilidad para recibir golpes y no quebrarse. Y no devolver mal por mal.
Monseñor Munilla también habló del profetismo, afirmando que estamos llamados a ser los profetas de este siglo, por ello debemos tener conocimiento y discernimiento.
No todos deben meterse en los mismos charcos, pero sí en aquellos en los que sean capaces de aportar. Por último, destacó la importancia de dar un testimonio personal, ya que es lo que más ayuda a las personas. Nos instó a ser creativos, como reflejo de nuestra unión con Dios, y a evangelizar con sensibilidad. No hace falta ser líderes carismáticos pero sí eficaces y conscientes de nuestra vocación en las redes. Además, recordó que nuestra acción debe complementarse con un «plus» de oración, pues esta es la base que sostiene cualquier esfuerzo evangelizador.