La ceremonia tuvo lugar en la Basílica de San Eugenio, en Roma, y el obispo consagrante fue Mons. Hugo Nicolás Barbaro, obispo de San Roque De Presidencia Roque Sáenz Peña (Argentina).
Mons. Hugo Barbaro: “Sean alfombra para los demás”
En su homilía Mons. Barbaro subrayó el espíritu de servicio que caracteriza la vida del diácono y del sacerdote, “porque Jesús no vino a ser servido sino a servir y a dar la propia vida”.
El obispo consagrante animó a los nuevos diáconos a que ayudaran al prelado del Opus Dei en su servicio pastoral y a que grabaran a fuego en su alma “las enseñanzas de san Josemaría, que anhelaba ser el servidor de todo el mundo, sin distinción”.
“¿Qué añade entonces el diaconado al servicio de un laico, qué le añade al futuro sacerdocio ministerial? El mismo San Josemaría les responde: el sacerdote debe ser alfombra donde los demás pisen blando; comienza entonces para ustedes un tiempo de entrenarse en esto de ser alfombra”, dijo.
El obispo recordó estas palabras del Papa Francisco: “Servir quiere decir estar disponible, renunciar a vivir según la propia agenda, estar preparados para las sorpresas de Dios que se manifiestan a través de las personas, de los imprevistos, de los cambios de programa, de las situaciones que no entran en los propios esquemas”.
Y explicó a los diáconos: “Es lógico que un diácono y un sacerdote tenga un horario, un plan de actividades, pero es importante –parte del servicio y de la entrega- no perder de vista que Dios habla a través de las necesidades de nuestros hermanos, de las de la gente, y con frecuencia no encajan con lo previsto”.
Para ser “alfombra sobre la que todos pisen blando” -añadió- es necesario “tener un oído en Dios y otro oído puesto en la gente, como suele decir el Papa”. Y citando de nuevo al fundador del Opus Dei añadió que “estamos para servir a los demás, haciéndoles amable el camino” y que “servir es ayudar, es rezar, es disculpar, es sonreír, es animar, es mortificarse, es atender, es escuchar, es tratar a todos con el mismo cariño”.
Mons. Ocáriz: Cristo es el modelo de servicio
Al concluir la ceremonia, Mons. Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei y ordinario de los nuevos diáconos, dio las gracias al obispo consagrante y felicitó a los ordenandos y a sus familiares. También resaltó que en esta “especial misión de servicio al pueblo de Dios, Cristo es el modelo”. Por eso “es fundamental el encuentro personal con Jesucristo en la Eucaristía y en la oración, porque ahí es donde agrandamos el corazón, para que quepa toda la gente”, a imitación del corazón de Cristo.
Dirigiéndose a los familiares, les animó a que “con vuestra oración sigáis acompañando a los nuevos diáconos en los meses previos a su ordenación como presbíteros”. “No puede dejar de pensar -añadió- en la alegría que en estos momentos tendrá en el Cielo san Josemaría. Acudimos a su intercesión para que los nuevos diáconos sepan acoger y acompañar a todas las almas. En este camino siempre contarán con todos nosotros y con la mediación materna de la Santísima Virgen”.
Los 20 nuevos diáconos son: Vincenzo Affinita (Italia), Stefano Baravelli (Italia), John Robert Bickford (Estados Unidos), Daniel Callejo (España), Ramón Díaz Perfecto (Hungría), Artur Escamilla (Australia), Santiago Fabregat (México), Ramón Fernández Aparicio (España), Luis García-Menacho Ariz (España), José María López-Barajas (Austria), Jose Miguel Marasigan (Filipinas), Robert Alvin Marsland (Estados Unidos), Ezequiel Mercau (Irlanda), Álvaro Orejana Martín (España), Pedro Perkins (Argentina), Santiago Populín Such (Argentina), Enrique Sañoso Vela (España), Antonio Santos García (España) Gonzalo Silió Pardo (España), Cristóbal Vargas Balcells (Chile).
En este link puede verse la retransmisión en streaming que ofreció la basílica de San Eugenio. Aquí se puede descargar el libro con los textos de la ceremonia.