Querida mamá:
El año empezó tranquilo. La verdad es que pudimos estar todos juntos en Navidad, lo cual no está nada mal, por el gozo que da, y porque somos muchos. Pero muchos. Cada año somos más.
Al empezar enero recibí un correo electrónico del Señor Obispo donde me daba las gracias por los catorce años de trabajo en el Tribunal del Obispado y, aprovechando el término del nombramiento, me decía que podía descansar un poco de los oficios que allí he desempeñado. Por primera vez en mis veinte años de sacerdote, sólo iba a ser párroco de pueblo, y nada más. Lo que quería ser de niño. Ha sido un año rico en trato con las personas, un año de estar cerca del Señor, y en el que he podido leer a San Juan de la Cruz.
¿Te acuerdas? Cuando en el Colegio nos estudiábamos “La Canción del Pirata” de José de Espronceda, de la que aún me sé algunos trozos, papá decía que no entendía que teniendo en castellano a San Juan de la Cruz, estuviéramos perdiendo el tiempo con esos versos. He tardado más de treinta años, desde entonces, pero por fin le he hecho caso. Lo cierto es que es una riqueza difícil de medir, pero también te digo que, entonces, no habría entendido ni la mitad.
Con ocasión de esa lectura he vuelto a dar las clases “on line”, y es precioso cómo se puede facilitar a las personas su lectura, su comprensión y, ¿por qué no? Vivir lo que allí explica. La “Llama de Amor Viva” es una preciosidad, iba a decir, que te recomiendo que la leas. La verdad, es que ya la estás viendo cara a cara, y ya podréis vivir juntos el Amor al Amado, que también repetía papá, citando a Ramón Llull.
De febrero te cuento que nos invitaron a un encuentro de «Influencers» que pretenden llevar a Cristo a las Redes Sociales. Me encontré, gracias a ACdP, con gente amiga. Vino el Padre Francisco Javier Bronchalo, de Red de Redes, las hermanas Olguín, que grabaron «La Casita sobre la Roca», que tanto les gusta a los niños, Patite, la de los dibujos preciosos, la chica que ha ido andando a Jerusalén, Iceache, la de Málaga… éramos muchos. Y de ahí fuimos al cine. He estado en el estreno de varias películas, quizás las más impactante «Nefarious», por el argumento, y por la repercusión mediática. Aunque es cierto que salen ahora tantas películas buenas, que no alcanzamos ni siquiera a verlas.
Otra cosa te cuento, con Fran, un sacerdote amigo, y dos familias, nos escapamos a Ars y a Paray Le Monial, donde comenzamos, prácticamente, el Jubileo por el aniversario de las apariciones del Corazón de Jesús a Santa Margarita. Te cuento que en Ars le pedí al San Juan María Vianney que me ayudara en un pequeño problema personal, que se arregló de la mejor manera posible, unos meses después. ¿Sabes qué día? El 4 de agosto. Día de la fiesta del santo. Detalles de la Providencia, una vez más. Fue un viaje precioso, te hubiera encantado haber ido. Aunque creo que habías estado, hace ya muchos años. Seguro que sigue igual. Está todo como entonces.
Aproximadamente en el mes de marzo, comencé a preparar una conferencia sobre las apariciones de la Virgen en Garabandal. La verdad es que fue publicarla en Youtube, después de haber estado en Valencia con gran afluencia de público, y comenzar a llamarme para que fuera a hablar sobre la Virgen en diferentes lugares. Es cierto que siempre decía que me llamaban para hablar sobre las Redes Sociales y el canal Youtube, y casi nunca sobre Derecho Canónico, que era a lo que había dedicado casi todo mi tiempo libre durante aproximadamente quince años de estudios. Ahora, era mucho más entrañable, porque predicar sobre la Virgen Santísima, no sólo es un derecho, también debería ser una obligación de todo buen hijo y, en este caso, ha sido una oportunidad y un gran regalo. Covadonga, La Junqueyra, la Novena de Santa María, Murcia capital. Casi se puede decir que todo lo posible se hizo realidad, y que más, habría sido imposible. Creo que la Virgen estaba contenta.
Para el Aniversario de la Ordenación, llegó el cuadro que me tenían preparado, de Olga, la misma que pintó el tuyo. Quedan los dos de maravilla, junto al Corazón de Jesús del avi Ramón. Justo después de llegar el cuadro, nos fuimos al Valle de Arán unos días. Este año nos hemos organizado con los sacerdotes del arciprestazgo, y hemos podido estar algún fin de semana fuera. Celebré de nuevo en Salardú, y volvimos a estar todos juntos. Aunque ahora, en el Valle, hay tanta gente que hay sitios que ya los cierran cuando se llenan. ¡Con lo bien que se está en la playa, no sé yo por qué no se van todos allí, y dejan las montañas como estaban antes! ¿Te acuerdas que casi no venía nadie? ¡Qué tiempos aquellos!
Te cuento una anécdota. Llegamos a un restaurante para tomar algo, tipo aperitivo, y como iban todos los sobrinos, la cara de los camareros cambió de repente. Empezaron a decir que estaba todo reservado. La verdad que no lo parecía, pero creo que les dio miedo que nos quedáramos. Ese misterio del mundo de hoy donde parece que a la gente no le gusta trabajar. Quizás piensan que sus jefes sacarán sus sueldos del aire o qué sé yo. En fin, algo nos dieron, pero no volvimos. Nos tocará poner una reseña en “google” de que no es buena idea ir muchos, porque se asustan.
Más cosas, Inmaculada y Fernando están esperando otro nene. Ahora sí que ya no cabemos. Vamos a recurrir a los colchones hinchables pronto. El curso empezó sin novedad, enseguida tenemos la Visita Pastoral del Señor Obispo a Villar de la Encina y Carrascosa de Haro. El obispo, te preguntarás, es un valiente. Sigue trabajando a más de dos años de la presentación de su jubilación. Va a ser más difícil, pronto, conseguir obispo que comprarse un coche. ¿Qué más te cuento? Ah, ¡qué pena! Murieron el papá y algunas mamás de personas muy vinculadas a la Parroquia. No sé si te acordarás. La mamá de Mari Carmen, la carnicera. Aquella que fui a visitar en Valencia, y le pude dar la Unción. ¡Qué bonito que ahora, casi todo el mundo te llama para darla! Ya saben que no es sólo para morirse, sino también si están enfermos. Ya se empiezan a morir mamás de personas más jóvenes que yo. Amparo, su hermana, se quedó triste. Pobrecilla. Ya le celebramos sus Misas y todo. ¡Calla! Que te tengo que contar lo de la campaña de Misas por las Almas del Purgatorio. No te puedes imaginar cómo ha ido. Empezamos ofreciendo para Misas las limosnas recogidas en un lampadario, lo puse en las Redes Sociales, y hemos repartido Misas incontables. Este año tenemos que repetir.
Espera, que hay más mamás. Se murieron Esperanza y Amparo: las dos señoras que casi no podían moverse. También vinieron las dos familias a las Misas. Muchísima gente en los entierros, y ¡un silencio, mamá! Ni te lo imaginas. Y hace muy poco, Elisa, la mamá de Miguel Ángel, el dueño de la casa rural que cogemos para los retiros; José Luis, el que se encarga del tanatorio y Gracián, el de Chelo. Ese sí sabes quién es, que le enseñó las cabritas a los nenes, cuando eran pequeños.
Y, como dicen aquí, su padre de la Beni, Samuel, Miguel Ángel, Neme… son muchos. Si hubieras visto qué cantidad de gente, qué respeto. Da gozo ver cómo honran y rezan aquí por los difuntos. Bueno, no sé por qué te lo digo, si todo eso ya lo sabes.
He perdido la cuenta de las velas de cumpleaños que he soplado. Una sorpresa tras otra, pero de esas inesperadas, que ni te imaginas. Como no necesito nada, cada vez es más difícil eso de los regalos. No me alargo más que seguro que tienes mil cosas que hacer. Reza por toda la familia, por los cuatro pueblos, por los sacerdotes y también por los obispos, el que se va y el que venga.
¡Te quiero mucho, mamá! No me olvido de ti. Tu hijo sacerdote: Antonio María +
P.D. ¡Qué cabeza! No te he hablado de las chicas de catequesis, de los grupos de oración, y tampoco te he felicitado. Aunque queden tres semanas: ¡QUE CUMPLAS MUCHOS MÁS! Bueno, todos. Porque el Cielo es para siempre. Lo de la memoria te lo contaré otro día, pero desde que falta papá que no me acuerdo de nada, y el 2023 se me ha borrado entero.