Durante los meses de septiembre y octubre se realizó la primera Escuela de Líderes Católicos en la Arquidiócesis de Puebla. Hablamos con el padre Cristopher Pliego, director de la Escuela, para conocer más detalles sobre esta experiencia formativa.
¿Cómo se desarrolló la primera Escuela de Líderes Católicos en Puebla?
La Escuela se llevó a cabo en la Casa de Cristiandad de la Arquidiócesis. Fue un tiempo muy valioso y bendecido. Estamos muy contentos de haber concluido esta primera edición con 27 graduados, todos comprometidos en seguir su formación en el liderazgo católico. Este ha sido un tiempo desafiante para todos, pero ver el entusiasmo de los participantes ha sido muy gratificante.
¿Quiénes fueron los principales ponentes de esta primera edición?
Tuvimos la fortuna de contar con ponentes de primer nivel. Entre ellos estuvieron el Dr. Rodrigo Guerra López, Secretario de la Pontificia Comisión para América Latina; el Dr. Rocco Buttiglione; Margarita Zavala; Mauricio Eduardo Aguirre; y el Dr. Mario Ángel Flores, miembro de la Pontificia Comisión Teológica Internacional. Las conferencias fueron de una profundidad y calidad excepcionales, tanto en los temas abordados como en los testimonios personales de cada uno.
El Papa Francisco ha dicho que la política es una forma elevada de caridad. ¿Se habló sobre el rol de los católicos en la política durante la Escuela?
Sí, de hecho, se abordó ese tema con testimonios muy importantes. Tuvimos las intervenciones de Margarita Zavala y Mauricio Eduardo Aguirre, quienes, desde su experiencia en la vida política de México, compartieron cómo viven su fe dentro de sus respectivas trayectorias políticas. Ambos demostraron cómo el compromiso político puede ser una vocación elevada cuando se hace desde la caridad y el bien común, a pesar de estar en partidos distintos.
¿Qué enseñanza se ofreció sobre la misión de los laicos en el mundo actual?
Con el maestro Juan Louvier Calderón, pudimos reflexionar sobre la teología del laicado y cómo los laicos tienen un papel fundamental en la Iglesia y en la sociedad. Él nos ayudó a ver cómo la misión del laico tiene un impacto directo en el mundo, llevando el mensaje de Jesucristo a todos los ámbitos. También la maestra Julieta Lujambio compartió su testimonio en defensa de las madres solteras a través de su trabajo en organizaciones no gubernamentales. Fue una experiencia muy enriquecedora para todos los participantes.
Para usted, ¿cómo fue dirigir y participar en la Escuela de Líderes Católicos de Puebla?
Ha sido una experiencia verdaderamente inolvidable. Agradezco a Dios por haberme permitido dirigir esta primera edición. Ver la dedicación de los estudiantes y el invaluable apoyo de los ponentes ha sido un verdadero regalo. Además, tener la oportunidad de impartir una de las ponencias fue muy enriquecedor, ya que me permitió profundizar aún más en la antropología cristiana, específicamente en la reflexión sobre la dignidad infinita de la persona humana. Estoy profundamente agradecido por los primeros 27 graduados, quienes, sin duda, continuarán trabajando con pasión y compromiso en sus comunidades.
¿Hubo alguna institución que respaldara esta formación?
Sí, la Universidad Anáhuac Campus Puebla fue la encargada de acreditar esta experiencia, a solicitud de nuestro arzobispo, don Víctor Sánchez. Esto es muy importante, ya que los próximos cursos, seminarios o diplomados que organicemos en la arquidiócesis, tanto presenciales como virtuales, también contarán con esta acreditación.
La Escuela de Líderes Católicos de Puebla forma parte de la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos, que está presente en 38 diócesis de 14 países de América, con presencia también en Estados Unidos y España. Esto nos permite ofrecer una formación de alto nivel y con un alcance internacional.